8 oct 2009

Primer concierto de la temporada de la Orquesta de Extremadura.


El sábado pasado escuchamos a la Orquesta de Extremadura con Ara Malikian tocando el concierto para violín de Aran Khachaturian. De este autor uno conoce el Vals de Maskarade, con el que se abría el concierto y nada más: uno es así de ignorante. Pues bien, el concierto para violín me gustó mucho. Fue una auténtica sorpresa. Al día siguiente acudí a mi proveedor habitual a comprarme todo lo que pude encontrar de Khachaturian. En el bis, el violinista nos tocó un solo que según contó hacía con los músicos flamencos con los que solía tocar cuando vino a España hace unos diez años y que estos llamaban el tema moro. El músico no es moro sino un armenio que nació en Líbano, pero los flamencos lo llamaban así. De modo que el violinista hizo un manifiesto de eclecticismo que a los de “todas las músicas” nos gustó mucho. Su interpretación, aparte de eso, fue magistral, con técnica vituosística, buen gusto y carácter.
Las dos piezas de Khachaturian están editadas en CD con los mismos intérpretes que pudimos escuchar el sábado en el Palacio de Congresos de Badajoz.
Tengo que decir que en la segunda parte la Primera Sinfonía de Shostakovich me gustó menos. No sé si porque es una obra de juventud que no tiene la madurez de la novena (que escuchamos aquí la temporada pasada) o porque simple y llanamente la orquesta no ha alcanzado todavía su nivel habitual.

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